En Maná 75 no queremos que te aburras en las temporadas más frías del año, y por ello, hemos decidido dejarte este listado de las 10 mejores cosas que hacer en invierno en Cataluña.
Si bien Barcelona cautiva a todo aquel que la visita por primera vez, lo cierto es que la magia de Cataluña no se limita a la Ciudad Condal. Al contrario de lo que muchos piensan, las cosas que hacer en Cataluña en invierno van más allá de tomar el sol en la playa. ¿Te animas a descubrirlas con nosotros?
No importa en qué época del año ni en qué momento del día te encuentres, Barcelona siempre está despierta y dispuesta a recibirte con los brazos abiertos.
La capital de Cataluña brilla con luz propia durante todo el año, pero existe una época durante la cual es aún más luminosa: las Navidades.
Pasear entre las paradas de la Fira de Santa Llúcia (en castellano, Feria de Santa Lucía) es una de las mejores cosas para hacer en Barcelona en invierno.
¿Sabías que en Cataluña tenemos la curiosa tradición de golpear un simpático tronco, llamado “Tió de Nadal” (que incluso tiene cara y ojos) con un bastón para que nos “cague” regalos? Sí, sabemos que puede parecer insólito, pero lo cierto es que los catalanes tenemos un sentido del humor particularmente extravagante.
Los habitantes de Sitges, una preciosa ciudad playera situada a 40 km de Barcelona, preparan durante todo un año sus disfraces y engalanan sus carrozas para recibir a todo aquel que quiera celebrar con ellos su famoso Carnaval. Esta vez será del 8 al 14 de febrero (2024).
Esta emblemática fiesta, protagonizada por coloridas carrozas, ostentosos desfiles y brillantes disfraces está cargada de vida, creatividad y fantasía. ¿Sabías que estuvo censurada durante los años que duró el franquismo por ser considerada “obscena y libertina”?
No obstante, cuando Franco murió, los catalanes decidieron recuperar el tiempo perdido y devolverle la vida a esta divertidísima tradición… ¡Y vaya si lo hicieron!
Desde entonces, cada año Sitges se enorgullece de celebrar esta fiesta repleta de “buen rollo” y desenfreno en la que se organizan actividades para todos los públicos: desde la Rua de la Disbauxa hasta la Carrera de las camas vestidas, pasando por la Rua de l’Extermini, en la que alrededor de 50 carrozas y 10.000 juerguistas se ponen las botas antes de la Cuaresma, y la espectacular celebración del Mardi gras (Martes gordo).
Como decimos en Cataluña, “Per Carnaval, tot s’hi val!” (¡En Carnaval, todo vale!): tanto si quieres acudir al Carnaval de Sitges con un creativo atuendo para impresionar a todo el mundo como si prefieres “desentonar” y visitarlo sin ni siquiera disfrazarte, siempre serás bien recibido.
Sitges está a solo 40 minutos en tren desde Barcelona, por lo que… ¡no tienes excusa para no ir a ver su Carnaval!
¿No sabes qué hacer en invierno en Barcelona? ¡Pues no te quedes en Barcelona!
Aprovecha la época en la que todo el mundo prefiere los entornos nevados para optar por un plan más tranquilo, pero no menos atractivo: visitar la zona costera más bonita de toda Cataluña: la Costa Brava.
Puedes visitar la Cala Pola (Tossa de Mar), la Playa Illa Roja (Begur), la Playa Es Castell (Palamós) y la Playa de Santa Cristina (Lloret de Mar). La principal ventaja de adentrarte en estas playas en invierno es que, durante esta temporada del año, están prácticamente vacías, algo impensable en pleno mes de agosto.
Si estás en buena forma, te recomendamos que emprendas alguna excursión por el Camí de Ronda. Este recorrido bordea el litoral de la Costa Brava y su belleza paisajística es imposible de describir con palabras.
La Costa Brava tiene algo tan especial que hasta Facto Delafé y las flores azules le dedicaron una canción a esta tierra durante el invierno. ¿No te lo crees? ¡Escucha! Enero en la playa.
Después de tantas restricciones, lo que más nos apetece a todos es juntarnos y disfrutar de la compañía de nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo. Y si es alrededor de una mesa, muchísimo mejor.
Mientras la mayoría de los catalanes se quejan porque ya ha terminado el verano y ya no podrán tomar tapas bajo el sol, otros se decantan por mejores cosas que hacer en invierno en Cataluña: desempolvar sus esquís y recibir la temporada más fría del año con muchas ganas de deslizarse colina abajo.
La estación de esquí de La Molina se encuentra a solo 2 horas en coche de Barcelona. No obstante, si prefieres optar por un plan más familiar, te recomendamos la Vall de Núria, un enclave de la naturaleza igual o más bello que la Molina y mucho más acogedor para los niños.
Si no eres un amante de los esquís, pero te encanta la nieve, no puedes perderte el pintoresco pueblo de Montgarri.
En el año 2009, Montgarri solo contaba con 4 habitantes censados, pero gracias a su albergue de montaña y al hecho de que se encuentra a solo 7 km de Baqueira-Baret, cada vez acoge a más turistas durante el invierno… ¡A pesar de que es considerado el poblado más frío de España!
En esta zona, podrás desde realizar safaris sobre motos de nieve hasta calzarte unas raquetas de nieve para caminar, disfrutar y sentir la naturaleza en su estado más puro (y frío). ¿Prefieres un plan que te ayude a liberar más adrenalina? Deslízate por las colinas nevadas sobre un trineo tirado por perros.
No olvides visitar el Santuario Románico de Montgarri, un antiquísimo edificio rodeado de prados, bosques y un río de agua cristalina que te aportará esa paz y tranquilidad que tanto cuesta encontrar en la (bonita, pero ajetreada) Barcelona.
Entre el TOP 10 de actividades que hacer en invierno en Cataluña también se encuentra la icónica La Garrotxa y, más concretamente, La Fageda d’en Jordà (El Hayedo de Jordá).
El Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa oculta más de 40 volcanes (están inactivos, por lo que puedes visitarlo en familia sin ningún temor), como el Volcà de Santa Margarida o el Volcà Croscat, en cuyos cráteres puedes incluso sentarte a meditar o disfrutar de un buen pícnic, rodeado del hayedo más bonito que tus ojos jamás habrán visto.
La Fageda d’en Jordà desprende una magia especial. Podrás recorrer este frondoso bosque tanto en bicicleta, como a pie o incluso a caballo o en burro. Hay infinidad de itinerarios muy bien señalizados a través de los cuales podrás descubrir su interior y que son totalmente aptos para realizar en familia.
¿Sabes lo mejor de todo? Que la belleza paisajística de este enclave de la naturaleza no cambia a lo largo de las estaciones. De hecho, muchos afirman que es en otoño y en invierno -cuando cobra una tonalidad que va del ocre al marrón rojizo- cuando luce más bello.
La localidad medieval de Besalú está a una hora y media en coche desde Barcelona. No obstante, si aprovechas tu visita a La Garrotxa para dedicar medio día a observar los rincones llenos de arte e historia que te ofrece Besalú, no te arrepentirás en absoluto.
Recorrer Besalú significa viajar a la Edad Media. El emblemático puente románico de Besalú te recibirá a la entrada de esta localidad. Es tan imponente y robusto que ha sobrevivido a todo tipo de accidentes: terremotos, avenidas del río Fluvià, los daños de la Guerra Civil… Por culpa de ello, los restos que podemos ver hoy en día son fruto de una restauración moderna, pero bastante fiel a los datos que aparecen en los documentos históricos. De hecho, Besalú fue catalogado como uno de los conjuntos histórico-artísticos mejor conservados de Cataluña desde 1966.
Al lado del puente se hallan sus características torres defensivas que, por supuesto, tampoco pasan desapercibidas. Una vez cruzado el puente, accederás a la judería, donde podrás observar sus baños sagrados o miqvé e impregnarte aún más del valor cultural e histórico de este maravilloso pueblo.
Besalú no solo conquista cada año a miles de turistas, también algunos directores de cine y de televisión se han dejado seducir por sus encantos. En sus calles se rodaron algunas escenas de la película El Perfume y de la serie Westworld. Y aunque “visitar” la bella Besalú desde las pantallas puede ser muy gratificante, hacerlo personalmente es simplemente una oportunidad que no debes dejar escapar tanto si vives en Cataluña como si estás pasando unos días en ella.
El Delta de l’Ebre (Delta del Ebro) es un pequeño submundo (no en vano se encuentra a dos horas en coche de Barcelona) en el que podrás encontrar paisajes muy diversos.
El Parque Natural del Delta del Ebro es un espacio natural protegido donde podrás llevar a cabo infinidad de actividades: desde pasear por la Playa del Trabucador hasta intentar fotografiar aves en l’Escanyissada, pasando por observar el amanecer en la Playa del Eucaliptus.
La riqueza del medio marino y continental que coexisten en el Delta del Ebro hace que este espacio albergue una increíble biodiversidad. Conocer la flora y fauna y la variedad de ambientes que recoge el Delta del Ebro es una de las mejores cosas que hacer cerca de Barcelona en invierno, sobre todo porque se trata de un destino todavía desconocido por muchos.
La tranquilidad es una de las características más destacables de esta zona. Tal vez por esta razón infinidad de animales -especialmente aves- eligen este lugar tan sosegado de Cataluña para vivir de forma retirada y armoniosa.
Además, el alojamiento en el Delta del Ebro es muy, muy económico. Vaya, que conocer uno de los rincones con mayor riqueza natural de toda Cataluña puede salirte realmente barato. Irónico, ¿no crees?
El Monasterio de Montserrat es el monumento más visitado de los alrededores de Barcelona. Montserrat acoge cada año a más de 2,5 millones de turistas y, cuando empieces a acercarte al enclave del parque natural donde se sitúa, comprenderás el porqué. De hecho, se trata de una montaña tan imponente que es posible visualizarla desde muy lejos (¡incluso a 40 km de distancia!).
Su parque natural de inconfundibles formaciones con agujas rocosas te ofrece la posibilidad de llevar a cabo infinidad de rutas de senderismo, pero si vas en familia, te recomendamos que sigas el itinerario circular que va desde el Monasterio hasta San Jerónimo. Las vistas panorámicas que te recibirán cuando llegues a la cima serán el primer obsequio que la mágica Montserrat tiene guardado para ti, pero esta no es la única sorpresa que esconde.
A pesar de que su valor paisajístico es incalculable, muchos visitan esta montaña solo para ver la conocidísima Moreneta (La Virgen de Montserrat). Es realmente sorprendente la cantidad de personas que cada domingo hacen cola para acceder al interior de la Basílica y poder tocarla y pedirle un deseo. Infinidad de leyendas cuentan que Montserrat es mágica y que es capaz de concederte todo aquello que le pidas…
Aunque no seas supersticioso, no pierdes nada por probarlo, ¿no?
¿Te apetece un plan “bajo techo”? Entre una de las mejores cosas que hacer en Barcelona en invierno está visitar el MNAC, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, aunque ni siquiera seas muy fanático del arte: se trata de una de las colecciones de arte románico más completas del mundo.
Ubicado en la montaña mágica de Barcelona (Montjuïc) y con vistas panorámicas a Barcelona, el Palacio Nacional, inaugurado a finales de los años 20 durante la Exposición Internacional, alberga desde el año 1990 el MNAC, uno de los equipamientos culturales más importantes de la ciudad.
Las exposiciones permanentes del MNAC son completísimas: a través de ellas, podrás conocer toda la historia del arte a través de sus épocas y estilos (gótico, romántico, renacentista, barroco y moderno); pero la verdadera sorpresa reside, a menudo, en sus exposiciones temporales, dedicadas a una figura, temática o idea concreta en función de la temporada del año. Consulta su página web para obtener más información.
Aprovecha tu visita al MNAC para echar un vistazo al Castell de Montjuïc. Solo te tomará 15 minutos en autobús, pero la aventura de conocer este impresionante castillo que cuenta con unas vistas impresionantes al puerto de Barcelona no te dejará indiferente. De hecho, hoy en día resulta casi increíble que un lugar tan bello y pacífico como es actualmente el Castell de Montjuïc fue, años atrás, una prisión militar.
Si has hecho alguna de estas actividades, ¡enhorabuena! Seguramente hayas pasado un día de invierno que nada tendría que envidiar a una calurosa jornada de verano. Y dicen que, lo que bien empieza, bien acaba…
¿Qué nos dices de terminar tu día con una paella diferente en Barcelona y tu/s acompañante/s en un local tan cálido y reconfortante como la propia ciudad en que se halla?
Ubicado en plena Playa de La Barceloneta, el restaurante Maná 75 te hará sentir la esencia de Barcelona desde el momento en que entres en su interior. Su acogedor y luminoso espacio, delicadamente decorado para que te sientas como en casa, te recibirá con los brazos abiertos para ofrecerte una agradable sensación de confort, tan necesaria en los días más fríos del año.
No importa si estás cansado y prefieres un plan más zen o si tienes ganas de marcha: siempre es un buen momento para saborear una cena de calidad con deliciosa paella tradicional. Se acabó tener que elegir entre buena comida o buen precio: en Maná 75 puedes disfrutar de las dos cosas a la vez.
Ven a Maná 75 y observa cómo todo el personal presta una meticulosa atención al detalle para que tu estancia en nuestro restaurante reúna las mejores experiencias de la vida: comer, beber, compartir, deleitarte con la música, vivir y disfrutar del momento. Sin dudas la mejor forma de finalizar tu día en Barcelona, con una sonrisa de oreja a oreja.
Sea cual sea la actividad que elijas cuando no sepas qué hacer en invierno en Cataluña, si terminas el día en Maná 75, el frío no será un impedimento para que vivas una experiencia tan cálida y reconfortante como la de cualquier día del verano más mediterráneo.